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PUNTADA CON HILO, COMUNICACIÓN DE MUJERES, fue un periódico en papel que circuló en los años '90. Nos definimos feministas y "con perspectiva de clase".

Salíamos mensualmente en todo chile, también llegábamos a otros países latinoamericanos. A organizaciones de base, tanto de mujeres como mixtas, llegábamos sin costo alguno o hacíamos un trato: una sola suscripción a cambio de varios ejemplares cada mes. Las ONGs e instituciones en cambio debían pagar sus suscripciones completas.

PUNTADA CON HILO se destacaba por un lenguaje directo, cercano, claro y por manejar como sus fuentes primarias los testimonios de las propias mujeres, sus experiencias, sus formas de evaluar los acontecimientos políticos y sociales, sus denuncias, sus ideas y elaboraciones políticas y culturales. Las "autoridades" en diversas materias, no pasaban de ser un apoyo secundario -tal como las estadísticas e informes oficiales-.

Denunciamos la falsedad de la llamada "vuelta a la democracia", las manipulaciones de los partidos políticos, rechazamos la instrumentalización de la lucha popular que hicieron -y hacen- la mayoría de las ONGs e instituciones -con honrosas excepciones-. Destacamos el feminismo popular, la mirada de clase y nos esforzamos por no caer en la sobreideología que daña -desde nuestra perspectiva- las luchas sociales. Hablamos mucho desde lo íntimo y desde los procesos que hacemos las mujeres en lo personal que es lo que realmente -estamos seguras- construye lo político cuando hay organización.

domingo, 25 de agosto de 2013

BOLIVIA: PARIR O NO PARIR ES MI DECISIÓN! ME RESISTO A TU IMPOSICIÓN!



El aborto, más allá del sí y del no.
X Todas clandestinas
Miles de mujeres nos enfrentamos día a día a la configuración moral del sistema capitalista patriarcal, cuyos ejecutores siempre han pretendido relegar nuestras voluntades, subestimando nuestros criterios y buscando pisotear nuestras decisiones. Aunque hoy el estado burgués busque enarbolar la bandera del aborto libre, así como lo hacen otras instituciones del mismo tipo, consideramos que el germen de la penalización está en su mismo seno: estamos convencidas que ni éste estado nos regalará derechos ni reivindicaciones, ni la iglesia ni ninguna institución o individuo puede decidir por nosotras, por ello sacamos nuestras voces y nos pronunciamos:

Hartas de este decadente orden social, estamos dispuestas a luchar por todas nosotras: aquellas mujeres que hemos arriesgado nuestras vidas en abortos clandestinos; aquellas quienes hemos perdido compañeras por la condena del aborto inseguro; aquellas quienes elegimos no ser madres porque no tenemos las condiciones para ello en éste sistema explotador y opresor que pretende reproducir su miseria a través de nuestros cuerpos; y aquellas quienes escogimos y escogemos no ser madres porque simplemente es nuestra voluntad y derecho.

Ninguna mujer busca o desea pasar por ese proceso, pero son muchas las circunstancias que nos pueden llevar a ésta elección y nadie más que nosotras podemos definir qué pasara con nuestros cuerpos y vidas. Del mismo modo, consideramos que el derecho al aborto debe ir de la mano de un llamado a la conciencia sobre nuestra sexualidad, tanto mujeres como hombres: educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto seguro para no morir.

La sociedad moralista nos ha llamado asesinas por querer decidir: la iglesia y el estado burgués nos apuntan con el dedo de la ley y la moral religiosa. La institucionalidad hipócrita insiste en mantener penalizado el aborto con el argumento de la “defensa de la vida”, creyendo que a través de leyes normarán la nuestra cuando la realidad es otra totalmente inversa: son miles de mujeres las que mueren realizándose abortos en condiciones ínfimas, cuyas vidas despreocupan a curas y a toda la élite político-económica, y ésta realidad seguirá siendo la misma mientras dejemos que el aborto sea un fructífero negocio ilegal. Le guste o no le guste al monseñor Abastoflor o a quien sea, ilegales o no, los abortos se seguirán practicando, la diferencia está en la cantidad de mujeres muertas en escondites ófricos que éste mundo prefiere ignorar, que hoy luchamos porque sea evitada.

Sabemos que como mujeres vivimos una explotación y opresión acentuadas, una doble explotación, en una sociedad que se atreve a criminalizar nuestra práctica y criterios cuando es su misma estructura la que día a día condena a miles a la miseria, al hambre y a la muerte, además de cuartar nuestras libertades y derechos legítimos a través de mecanismos como la penalización. Estamos conscientes de que ésta es sólo una parte de la larga lucha que nos espera: hoy por el aborto, contra la reglamentación de éste sistema en nuestros úteros, en nuestras mentes, en nuestra maternidad y en sí de nuestras vidas. Hay mucho más pasos que dar al respecto: que la sexualidad no sea más un tabú; que la maternidad no sea más un servicio social obligatorio y que si optamos por ella no se nos imponga como hacerlo; que la educación sexual no sea un privilegio de unos cuantos; que las pobres no estén más condenadas a morir mientras la ricas pueden pagar una clínica privada que lucra con el negocio del aborto clandestino etc.

El problema estructural al que nos enfrentamos nos llama a una lucha íntegra, enfrentando al sistema capitalista y patriarcal desde todas nuestras trincheras, tanto mujeres como hombres conscientes de que ya hace mucho viene siendo tiempo de actuar: Los derechos y libertades no se mendigan, se luchan! Hoy alzamos nuestras voces por nuestro derecho a decidir, a vivir la vida que deseamos sin culpas ni temores, con responsabilidad y con valor.

PARIR O NO PARIR ES MI DESICIÓN! ABORTAR O NO ES MI ELECCIÓN! NOS MANIFESTAMOS, LUCHAMOS Y RESISTIMOS ANTE SU IMPOSICIÓN! ABORTO LIBRE Y SEGURO!
TODAS CLANDESTINAS

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