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PUNTADA CON HILO, COMUNICACIÓN DE MUJERES, fue un periódico en papel que circuló en los años '90. Nos definimos feministas y "con perspectiva de clase".

Salíamos mensualmente en todo chile, también llegábamos a otros países latinoamericanos. A organizaciones de base, tanto de mujeres como mixtas, llegábamos sin costo alguno o hacíamos un trato: una sola suscripción a cambio de varios ejemplares cada mes. Las ONGs e instituciones en cambio debían pagar sus suscripciones completas.

PUNTADA CON HILO se destacaba por un lenguaje directo, cercano, claro y por manejar como sus fuentes primarias los testimonios de las propias mujeres, sus experiencias, sus formas de evaluar los acontecimientos políticos y sociales, sus denuncias, sus ideas y elaboraciones políticas y culturales. Las "autoridades" en diversas materias, no pasaban de ser un apoyo secundario -tal como las estadísticas e informes oficiales-.

Denunciamos la falsedad de la llamada "vuelta a la democracia", las manipulaciones de los partidos políticos, rechazamos la instrumentalización de la lucha popular que hicieron -y hacen- la mayoría de las ONGs e instituciones -con honrosas excepciones-. Destacamos el feminismo popular, la mirada de clase y nos esforzamos por no caer en la sobreideología que daña -desde nuestra perspectiva- las luchas sociales. Hablamos mucho desde lo íntimo y desde los procesos que hacemos las mujeres en lo personal que es lo que realmente -estamos seguras- construye lo político cuando hay organización.

martes, 28 de octubre de 2014

ARGENTINA, A "LA MALDITA POLICÍA" Y EL CASO DE LUCIANO



De Bartolomé Mitre a Luciano Arruga

X Kike Dordal/Enviado X Rosario
Sectores opuestos que claman por justica. Ambos contra el mismo victimario: “La maldita policía”. Unos por mucho, otros por poco. Y la historia que pendula. Asimétrica. Porque los muertos y los culpables son casi siempre pobres y morochos. Y la solución no llega, para nadie. El perro nunca se muerde la cola.
Una enorme columna de gente peregrinó desde la central de la Policía Federal, previo acto de repudio a su accionar, para luego marchar atravesando la ciudad y dirigirse hacia la central de la misma fuerza, pero provincial, en la ciudad de La Plata. La emblemática “bonaerense”, más conocida como “La maldita policía” y otrora pretendida, sólo en el símbolo, como “la mejor policía del jundo”.
Alumnos de un colegio porteño reivindican al joven Luciano Arruga, asesinado por la policía.
“La gorra que rebalsó el vaso” fue la consigna de la convocatoria junto al lema “Ni un pibe menos” en el marco de la Campaña Nacional contra la Violencia Institucional. Pavada de convocatoria. La respuesta fue masiva, no tanto para algunos medios.

Cada uno de los que marcharon llevaban en su imaginario una figura común, el policía del “dedo nazi” y una institución que avala y premia su accionar en un sistema que los necesita como herramienta. Tanto como al sistema judicial que, a la hora de buscar pruebas, hace alarde de su ceguera. El esquema está bastante claro.

Existe otro sector en la sociedad que observó atentamente esta situación. Sector que, de otro modo, pero también clama por justicia. Grita, enfervorecido, ante la primer cámara que encuentra ”Matalo, matalo a ese negro hijo de puta, un chorro menos”, “Basta de inseguridad”,  es la consigna que los liga. Sin dudarlo elijen la muerte, no de ellos por supuesto, ante la mínima posibilidad de perder un bien.

También cada uno de ellos lleva en su imaginario una o varias figuras en común, a la del “negro, pobre y chorro” se suma la del policía corrupto, junto con los jueces de las supuestas “puertas giratorias”. Esquema en que todos los problemas se solucionarían con los pobres lejos, presos o mejor, muertos.

Hace años que la historia con las fuerzas de seguridad pendula entre el gatillo fácil y la mano dura y el respeto por los derechos humanos. Péndulo irregular, absolutamente volcado hacia la mano dura. En esta rueda asimétrica es obvio que no están ni las causas ni, mucho menos, las soluciones. El perro sólo persigue su cola, no una solución.
Si el vertiginoso girar de esta rueda, que siempre reparte miseria y muerte hacia el mismo lado,  permitiera ver algo más que causas y efectos que giran y nunca aportan una solución, tal vez, se haría visible que detrás de ella existe otro poder, que supera al de la policía o a cualquier otra fuerza de seguridad.

Sin duda o primero que se viene a la mente es el Estado, expresado con más precisión, a quienes tienen a cargo administrarlo, es decir, los gobiernos que todo indica, al parecer, fueron elegidos por todos y todas. Sin duda son un poder superior a las fuerzas de seguridad, pero poner la vista sólo en ellos parece no alcanzar. No explican todo. Como si hubiera algo más.

Los gobiernos hoy parecen ser, tanto desde Obama hasta el estado más pequeño, sólo meros administradores de las matemáticas financieras locales y de las aritméticas electorales en ciclos de dos años. La geometría parece ser una ciencia en manos de otros.

Esa geometría que involucra decisiones sobre los grandes caudales de dinero producto del trabajo del los pueblos, el uso de las inmensas extensiones de tierra de nuestro planeta y sus recursos, todas estas están en manos de otro poder. Un poder que no eligió ningún pueblo. Que se constituyó y se fortalece con la acumulación de dinero que producen otros y para ellos reparte injusticia, pobreza y muerte.
Es este poder en definitiva el que asesinó a Luciano Arruga y a tantos otros. Y en algún lado puede encontrarse cierta y perversa lógica. Todo poder defenderá los intereses de quien lo constituyó y de quienes permitieron que se constituya. La acumulación desmedida de dinero, la corrupción, la explotación, la evasión impositiva, el narcotráfico y el crimen son las herramientas que construyeron ese poder y lo sostienen y es en esa sintonía en la que el poder actuará. Ese poder al que se lo suele llamar “Poder Fáctico”, porque se constituye con hechos y no por voluntad de los pueblos.
Sólo cuando efectivamente el pueblo y sus intereses y necesidades sea el verdadero constituyente del poder, encontraremos ahí un poder constituido capaz de repartir justicia y bien vivir para todos. Tanto en nuestra Democracia como en nuestra Constitución este mecanismo de construcción de poder no está garantizada, sino todo lo contrario. Es que quienes crearon nuestra Nación decidieron que el poder no sería del pueblo, ni mucho menos para él.
Nuestros bronces, ideólogos de la década de 1880, decidieron y así lo escribieron, que la independencia sería sólo un acto administrativo, la democracia un acto aritmético y la justicia sólo un símbolo. Pero hubo otros, que derritieron el bronce, se pusieron junto al pueblo y lucharon. No ganaron, pero marcaron con claridad el camino hacia la definitiva emancipación de los pueblos.
Y en ese camino andamos. El de la Independencia, el de la unión de los pueblos libres en sus tierras, y con todos nuestros mártires en las banderas. Como Luciano.

Lunes 27 de Octubre de 2014
Caso Luciano Arruga
BUENOS AIRES - El juez federal de Morón, Juan Pablo Salas, encabezará hoy la autopsia al cuerpo del joven Luciano Arruga, que fue hallado enterrado como NN en el cementerio de la Chacarita tras permanecer casi seis años desaparecido. La autopsia buscará obtener muestras de ADN que confirmen que se trata del desaparecido. Además, se intentará determinar si el cadáver presentaba lesiones previas al accidente de tránsito que, según se conoció hace una semana, le provocó la muerte el 1 de febrero de 2009, pocas horas después de ser visto con vida por última vez.

El caso Luciano Arruga
Luciano Arruga permanece desparecido desde el 31 de Enero de 2009 (ya cumplió 17 años). Luciano vivía con su madre y sus dos hermanos menores. Vanesa Orieta, hermana mayor de Luciano e hija de diferente padre, es la más grande, tiene 26, cursa segundo año de la carrera de Sociología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y trabaja en una empresa en Morón. Luciano estaba por empezar la secundaria, trabajaba en una fábrica de fundición, es de River y le gusta Charly García, cumbia y reggaeton. Cada tanto cartoneaba para tener algo más, aunque su hermana le decía que no lo hiciera. “Buscamos a Luciano con la esperanza de que esté con vida, pero somos conscientes de que quizá ya no se apunte a eso”, sostiene Orieta. El abogado de la familia (Pablo Pimentel) asegura que “ya está probado que los policías del destacamento de Lomas del Mirador lo levantaron de la calle”, y un peritaje determinó que estuvo en ese centro policial.

A la madre no le quisieron dar copia de su supuesta declaración (de Luciano Arruga) y cuando la fue a reclamarla, vio cómo limpiaban la delegación con gran energía y lavandina.

Un chico del barrio “se habría quebrado” y contó a la familia lo que sabía: un compañero de secundaria les dijo que había estado detenido junto a Luciano, y que ambos habían sido “reventados a palos”. Este chico lo vio a Luciano aparentemente muerto en la delegación, y por eso está muy asustado. “Nos golpearon mucho, a Luciano lo vi mal, lo mataron a golpes”, fueron sus palabras.

De ser así, se habría cumplido la amenaza que supuestamente recibió en Septiembre, cuando lo detuvieron y lo llenaron de moretones mientras le decían “negrito de mierda, terminás con un tiro en el pecho”.

El Sábado 31 de Enero Mónica Alegre (la madre) se levantó temprano y ya no encontró a Luciano. Había estado con sus amigos en la esquina. En un momento fue hasta su casa (Luciano Arruga), que quedaba a pocos metros, y mientras volvía lo pararon policías del destacamento de Lomas del Mirador, creado luego de sucesivas movilizaciones por mayor seguridad, o mayor “mano dura” como acusan los vecinos de Arruga.

“En la causa hay testigos que declararon que la policía lo levantó de la calle, ahora están ampliando sus dichos con la nueva fiscal del caso”, explicó el abogado Pablo Pimentel, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH). Es que ante la inacción de la UFI 7, a cargo de Roxana Castelli, acudieron a la Fiscalía General que pasó el caso a la fiscal Cecilia Cejas (UFI 1).

Aquel día comenzó la búsqueda por comisarías y hospitales, y presentaron un hábeas corpus, que fue rechazado.

Dice la familia que la policía lo paraba acusándolo de robo, iban a buscarlo y les decían a los policías: “¿Dónde está el móvil para robar, el carrito de cartoneo?. Eran excusas para hostigar a chicos como él”.

Hubo dos semanas de incertidumbre, y por un llamado extorsivo, la DDI de San Justo intervino teléfonos y apretó a amigos de mi hermano en la brigada. Era una pantomima, no lo estaban buscando” (dijo Vanesa).

Como antecedente, el 21 de Septiembre Luciano fue llevado al destacamento creado a instancias del vecino Gabriel Lombardo. Ubicado en Indart 106, de Lomas del Mirador, parece un chalet de familia más que una unidad policial.

Cuenta Vanesa: “¡me están pegando!”, gritó Luciano mientras esperaba que lo liberaran. Cuando salió, señaló uno a uno a los golpeadores. Todos se negaron a dar sus nombres. Acá no te hicimos nada. Negrito de mierda, te vamos a llevar a Quintana para que te violen, o terminás en un zanjón”, lo amenazaron.

En el policlínico de San Justo verificaron los golpes, y, según su hermana, lo volvieron a parar cada vez que andaba por la calle.

El barrio 12 de Octubre es muy humilde y Gabriel Lombardo, Presidente de Vecinos Alerta por Lomas del Mirador (Valomi) cree que toda la inseguridad está depositada en esas cuadras. Por eso logró la creación del destacamento.

Por la detención del 21 de Septiembre no hicieron la denuncia. “Se iban a poner más violentos, no les podés tocar un pelo. Sufrimos inseguridad de parte de los que tienen que dártela. Y en este caso se les fue la mano, lamentablemente a una le toca sufrirlo. Mientras tanto, los que reclaman seguridad te miran y te señalan con el dedo”, explicó la hermana de Luciano.

A pesar de los logros de Valomi, en la zona ocurrieron casos resonantes: los asesinatos del florista de Susana Giménez y del entrenador de Guillermo Coppola. Valomi organizó una marcha contra la inseguridad, con Constanza Guglielmi, hija de un general acusado en Conadep. Al mismo tiempo, familiares y amigos de Luciano, con el Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) y de la FUBA, hicieron su marcha con pancartas del chico desaparecido, que pasó mediáticamente desapercibida.

En ocasión de encontrarse Francisco De Narváez en campaña electoral, se coordinó una reunión de Valomi con el candidato, en la propia casa de Gabriel Lombardo, para hablar sobre el problema de la inseguridad y el plan de De Narváez. Finalizada la reunión, y habiéndose retirado el candidato junto a la comitiva y sus guardaespaldas, irrumpió en la vereda de la vivienda la hermana de Luciano gritando: “mi hermano está desaparecido y vos no haces nada por eso. Lo único que haces es traer más policías”, además de variados insultos.

El caso de la desaparición de Luciano, cobró cierta notoriedad en los medios a partir de la irrupción ante cámaras y ante la mirada atónita de los conductores, en el programa CQC del pasado Lunes 3 de Agosto, de dos jóvenes portando banderas por el esclarecimiento del caso. Fueron retirados por personal de seguridad al aire. El pasado Viernes 7 de Agosto desde DDT, Jorge Lanata también abordó el tema. El caso de Luciano Arruga comenzó a ser tratado por los medios como el de un “desaparecido en democracia” en la provincia de Buenos Aires.

Vanesa Orieta y su mamá Mónica Alegre se contactaron con Rosa Bru, madre del estudiante de periodismo que permanece desaparecido desde 1993, luego de haber sido torturado y asesinado en una comisaría de La Plata. No es el único caso. Iván Torres desapareció en Octubre de 2004 de la comisaría de Comodoro Rivadavia. A pesar de que la abogada Verónica Heredia logró el reconocimiento del caso como “desaparición forzada de persona” no hubo jamás una pista sobre Iván.

Aquellos días de campaña política, Valomi vivió sus últimas horas, por lo menos, en su composición original. En apariencia, el paso de De Narvaez resultó fatal para la organización vecinal. En horas posteriores, sus miembros comunicaron su apartamiento.

Pero los vecinos de dicha localidad “Matancera”, cuentan también otra historia distinta a lo relatado. Hablan de un pibe (Luciano) de condición económicamente humilde, al que tenían visto en el barrio, pero que no individualizaban como “peligroso” ni nada que se asemeje.

La versión que relatan sostiene que Luciano, apremiado por dinero, se metió en un lío y en un ambiente que no conocía (no lo señalan como “adicto”), como es el de la droga, y habría sido convencido por los “narcos” del barrio para que a cambio de unos pesos, fuese a buscar “merca”, a un lugar determinado en la villa de Retiro, en nombre de ellos. Su trabajo o “changa” era esa, y según afirmaron, a tal punto no tenía nada que ver Luciano con el mundo de las drogas, que era la primera vez que lo hacía.

La misma versión relata que Luciano salió de Lomas del Mirador con el dinero en el bolsillo para la compra y la dirección donde debía realizarla, que llegó a dicho lugar, y que “desapareció” en algún punto desde que contactó a los “narcos” de Retiro, en adelante.

Fuente: informe reservado.net

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