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PUNTADA CON HILO, COMUNICACIÓN DE MUJERES, fue un periódico en papel que circuló en los años '90. Nos definimos feministas y "con perspectiva de clase".

Salíamos mensualmente en todo chile, también llegábamos a otros países latinoamericanos. A organizaciones de base, tanto de mujeres como mixtas, llegábamos sin costo alguno o hacíamos un trato: una sola suscripción a cambio de varios ejemplares cada mes. Las ONGs e instituciones en cambio debían pagar sus suscripciones completas.

PUNTADA CON HILO se destacaba por un lenguaje directo, cercano, claro y por manejar como sus fuentes primarias los testimonios de las propias mujeres, sus experiencias, sus formas de evaluar los acontecimientos políticos y sociales, sus denuncias, sus ideas y elaboraciones políticas y culturales. Las "autoridades" en diversas materias, no pasaban de ser un apoyo secundario -tal como las estadísticas e informes oficiales-.

Denunciamos la falsedad de la llamada "vuelta a la democracia", las manipulaciones de los partidos políticos, rechazamos la instrumentalización de la lucha popular que hicieron -y hacen- la mayoría de las ONGs e instituciones -con honrosas excepciones-. Destacamos el feminismo popular, la mirada de clase y nos esforzamos por no caer en la sobreideología que daña -desde nuestra perspectiva- las luchas sociales. Hablamos mucho desde lo íntimo y desde los procesos que hacemos las mujeres en lo personal que es lo que realmente -estamos seguras- construye lo político cuando hay organización.

jueves, 12 de abril de 2018

“...HEMOS SUFRIDO VIOLENCIA FÍSICA Y PSICOLÓGICA...”


“Denuncio, no quiero callar más”
X Diana Guzmán/ Enviado X Diana Guzmán/ 27 de marzo 2017
Yo Diana Vargas denuncio la violencia, no quiero callarme más porque callarme implica hacerme cómplice de un sistema donde él violento o la violenta en este caso tienen las de ganar sólo porque o es conocida, o la versión de la historia es más creíble en ella que en mí.

Esta denuncia la hice publica el 13 de enero de este año y como consecuencia el 17 de enero la “orgánica del feminismo comunitario” manda un comunicado censurando y pidiendo que me deje de llamar feminista comunitaria, pero sí lleva de gira para dar charlas a la VIOLENTA.

No quiero callarme porque hay casos en los que una muere en el intento, me encuentro denunciando por eso pues temo por la vida de mis compañeras y por la mía. Durante más de un año hemos sufrido violencia física y sobre todo violencia psicológica, yo he sufrido violencia política intentando formar un espacio de debate desde la universidad con las organizaciones sociales. Sí soy joven mujer feminista hija y aymara, no lo sé todo y es por eso que he iniciado mi propio camino y en este camino me reafirmo Feminista Comunitaria Antipatriarcal pues esta lucha es mi fuerza y mi proyecto de vida. La lucha contra la violencia, el machismo y contra el patriarcado hoy no permiten hacerme cómplice. En este mundo hay violencia que se deja pasar, hay dolores que valen más que otros y existen silencios que juegan con la vida. No espero justicia pues sé que hay un sistema que oculta y encubre este tipo de cosas. No espero nada.

DENUNCIO a la señora Julieta Paredes Carvajal por acoso sexual a compañeras cuando esta borracha, denuncio por violencia psicológica en estado de ebriedad, denuncio por intento de feminicidio, denuncio por amedrentar a mi familia, algunos espacios los recicla el patriarcado este no ha sido la excepción y me niego a callarme Denuncio porque no es la primera vez que pasa, soy una más de la larga lista y es mi responsabilidad denunciar.

Nada justifica la violencia, nadie puede decidir qué dolor vale más. A mi parecer una construye un espacio de lucha con esperanza, utopías y confianza, los espacios que construimos las mujeres contra el patriarcado tienen que tener además posicionamiento político pues nos estamos enfrentando al sistema que nos oprime y nos mata cada día, a las “compañeras” que firman el comunicado del 17 de enero del 2017 NO LES PERDONO el haber traicionado mi confianza, mi esperanza y mi proyecto de vida, su complicidad y doble discurso al querer intentar sanar el dolor de Julieta Paredes claramente evidencia su caudillismo, déjenme decirles que ese mundo donde las jóvenes de su organización piden ayuda y ustedes no responden, es cruel, ese mundo donde no pueden dolerse de otra compañera e intentar dolerse por las wawas es individualista y le son funcionales al sistema.
Nadie les dio permiso de decidir sobre mi dolor y mi lucha. Julieta Paredes no puede quedar impune, tiene un doble discurso y lo peor tiene un doble accionar. La palabra es nuestra herramienta de lucha desde nuestra memoria y ella la ha privatizado, las personas le son desechables, la conozco desde pequeña, manipulables y útiles. La violencia si nos callamos, se vuelve miedo.

L@S violentas existen porque dentro de las violentadas existen cómplices.
–Simone de Beauvoir-.


Diana Guzmán



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